El término energía se define en líneas generales como la eficacia, el poder y la virtud para realizar acciones o iniciar movimientos, pero en el ámbito de la física se entiende como la capacidad para realizar un trabajo. A nivel tecnológico y económico, asimismo, se denomina fuente de energía al recurso natural que se explota para beneficios industriales y económicos.
De acuerdo al ámbito en el que se la mencione y/o analice, la energía puede clasificarse de distintos modos.
Existe, por ejemplo, la energía cinética (la cual surge a raíz del movimiento), la mecánica (resultado de la combinación de las energías cinética y potencial), la energía de interacción (aquella que constituye la energía total a partir de la interacción de los objetos involucrados) y la denominada primaria (energía que se halla en la naturaleza antes de ser manipulada y transformada).
Si se desea realizar una enumeración que permita conocer todos los tipos de energía existentes, entonces también habría que incluir los conceptos de energía radiante (expresión que da nombre a la energía que poseen las ondas electromagnéticas), energía sonora (también llamada acústica por ser la que transmite o transporta toda onda sonora), energía termoeléctrica (forma que es consecuencia de la liberación de calor en un combustible para activar un alternador y producir energía eléctrica), energía térmica (aquella liberada en forma de calor y que puede ser obtenida, entre otros, del sol) y energía alternativa (la que se plantea como opción frente a las tradicionales).
La energía nuclear, la eólica y la renovable son otras posibilidades que enriquecen a este ámbito fundamental para el desarrollo y la optimización de la calidad de vida del ser humano.